El bloqueo de facetas es una técnica mínimamente invasiva que se utiliza en pacientes con artrosis facetaria, una causa frecuente de dolor lumbar crónico. Las articulaciones facetarias (o cigapofisarias) están situadas entre cada una de las vértebras y son las que permiten que la columna se mueva. Cuando estas articulaciones se degeneran, pueden provocar un dolor muy característico que los pacientes notan sobre todo al levantarse de la cama o de una silla baja.
Este procedimiento consiste en infiltrar anestesia local y corticoides directamente en la articulación facetaria afectada, y a menudo se usan ultraguiada por imágenes de rayos X (fluoroscopia) o ultrasonido y se emplea con un doble objetivo:
◦ Diagnóstico: ayuda a confirmar que el origen del dolor está en las facetas articulares.
◦ Terapéutico: alivia el dolor al reducir la inflamación y bloquear la señal dolorosa.
Su efecto puede durar desde varios días a meses, aunque hay pacientes que experimentan un alivio significativo durante más de seis meses sin necesidad de intervenciones adicionales.
En muchos casos, el bloqueo facetario es el paso previo a tratamientos más avanzados como la rizólisis o la radiofrecuencia facetaria. Sin embargo, en algunos pacientes no es necesario seguir avanzando en la escalera terapéutica si la respuesta clínica es buena.
Diferencias entre el bloqueo unilateral y bilateral
La artrosis facetaria suele afectar a ambos lados de la columna vertebral, pero no siempre el dolor se presenta de forma simétrica. Es decir, puede que el paciente note dolor solo en uno de los dos lados de la espalda. En la práctica clínica, se opta inicialmente por un bloqueo unilateral (en un solo lado) para valorar su eficacia.
Si el alivio es parcial o el dolor persiste en el lado opuesto, más adelante se puede realizar un bloqueo bilateral. De esta forma se evitan intervenciones innecesarias y permite realizar un tratamiento más personalizado, basado en la respuesta del paciente, que es el objetivo que buscamos siempre en Clínica Batean.