Exploración con ecografía en consulta de dolor crónico en Clínica Batean

¿Qué es el dolor crónico?

Según la Clasificación Internacional del Dolor de la IASP, el dolor crónico no es solo un síntoma: es una enfermedad en sí misma. Para considerar que un dolor ha pasado a ser crónico tiene que persistir más allá de los tres meses, incluso cuando la causa inicial ya ha sido tratada.

A menudo, este tipo de dolor se mantiene por cambios en el sistema nervioso que perpetúan la sensación de dolor, convirtiéndolo en una patología compleja que requiere un tratamiento específico y multidisciplinar.

Dolor agudo vs dolor crónico

El dolor agudo es una respuesta inmediata y temporal a una lesión, y suele desaparecer una vez que el daño que lo causaba se ha curado. En cambio, el dolor crónico persiste en el tiempo, y como ya hemos dicho, puede mantenerse incluso en ausencia de la lesión inicial. Esto ocurre por una alteración en los mecanismos fisiológicos del dolor.

¿Puede el dolor agudo volverse crónico?

La respuesta es sí. Un dolor agudo, sin el tratamiento adecuado o si se mantiene durante el tiempo suficiente, puede cronificarse. Esto sucede cuando los mecanismos fisiológicos se alteran y el sistema nervioso central queda sensibilizado, generando una percepción continuada de dolor incluso sin lo que se conoce como estímulo lesivo.

Exploración con ecografía en consulta de dolor crónico en Clínica Batean

¿Puede el dolor agudo volverse crónico?

La respuesta es sí. Un dolor agudo, sin el tratamiento adecuado o si se mantiene durante el tiempo suficiente, puede cronificarse. Esto sucede cuando los mecanismos fisiológicos se alteran y el sistema nervioso central queda sensibilizado, generando una percepción continuada de dolor incluso sin lo que se conoce como estímulo lesivo.

 

¿El dolor crónico puede reagudizarse?

Sí. El dolor crónico puede presentar picos de agudización. Aunque el dolor crónico suele tener una intensidad estable o moderada, existen situaciones que pueden intensificarlo: infecciones, estrés, ciertos movimientos o cambios posturales. Por ejemplo, un paciente oncológico puede tener un dolor basal constante que se incrementa en momentos puntuales, así que es importante mantener una buena gestión del dolor basal que incluya anticiparse a estas exacerbaciones.

Preguntas frecuentes

¿El dolor crónico es para siempre?

Por definición médica, el dolor crónico es aquel que se mantiene durante más de tres meses y, en muchos casos, no desaparece completamente. Sin embargo, esto no significa que una persona con dolor crónico esté condenada a sufrir para siempre. 

En la mayoría de los pacientes, sí es posible reducir significativamente la intensidad del dolor y mejorar su calidad de vida. En Clínica Batean, nuestro enfoque se basa precisamente en eso: ayudar a cada paciente a recuperar funcionalidad, autonomía y bienestar, incluso si la eliminación completa del dolor no es posible.

Muchas veces, el dolor crónico persiste porque su origen es complejo o multifactorial: un mal diagnóstico inicial, múltiples fuentes de dolor superpuestas (como ocurre en la lumbalgia crónica) o incluso una alteración en la forma en que el sistema nervioso procesa la señal dolorosa. Aun así, con un abordaje integral y tratamientos adecuados, los pacientes pueden volver a llevar una vida normalizada y digna.

En resumen: el dolor crónico puede no desaparecer del todo, pero sí se puede controlar, reducir y convivir con él de forma saludable. Lo importante es no resignarse, sino buscar ayuda especializada y personalizada.

¿Cuándo se considera dolor crónico?

Generalmente se utiliza una ventana de tiempo de tres meses. Cuando el dolor persiste durante semanas o meses, no responde bien a los analgésicos convencionales o interfiere con el descanso y la calidad de vida, es necesario abordarlo desde una perspectiva especializada.

¿Necesito fisioterapia para tratar el dolor crónico?

La fisioterapia es una herramienta fundamental en el tratamiento del dolor crónico, aunque su indicación depende del tipo de patología. No todos los cuadros requieren intervención fisioterápica, pero en muchos casos —como en la artrosis lumbar o el síndrome miofascial— su papel es clave para optimizar los resultados de los tratamientos médicos.

En la Unidad del Dolor de Clínica Batean, solemos combinar intervenciones como las infiltraciones articulares (por ejemplo, el bloqueo de facetas) con fisioterapia especializada, ya que está demostrado que esta sinergia mejora significativamente la evolución del paciente.

Las vías clínicas actuales respaldan este enfoque: la fisioterapia adecuada puede reducir la rigidez, mejorar la movilidad, corregir desequilibrios posturales y potenciar la musculatura de sostén, elementos clave para mantener los beneficios de los tratamientos intervencionistas y evitar recaídas.

En resumen: sí, la fisioterapia puede ser esencial para tratar el dolor crónico, especialmente cuando forma parte de un abordaje multidisciplinar bien coordinado.

¿Qué es la rizólisis?

La rizólisis es una técnica mínimamente invasiva utilizada para el tratamiento del dolor crónico vertebral, especialmente en casos de artrosis facetaria o síndrome facetario. Consiste en la aplicación de radiofrecuencia térmica sobre los nervios sensitivos encargados de transmitir el dolor desde las articulaciones vertebrales hacia el sistema nervioso central.

Durante el procedimiento, se introduce una aguja especial de radiofrecuencia hasta la zona cercana al nervio objetivo. Mediante control por imagen (habitualmente fluoroscopia), se posiciona de forma precisa y se expone al nervio a temperaturas entre 80 y 90°C durante aproximadamente un minuto y medio. Esta energía térmica no destruye completamente el nervio, pero modifica su capacidad de transmitir señales de dolor, un fenómeno conocido como neuromodulación.

La finalidad de la rizólisis no es eliminar la causa del dolor, sino romper el círculo vicioso del dolor crónico, modulando los mecanismos neurofisiológicos alterados que perpetúan la sensación dolorosa. Este tratamiento suele indicarse cuando otras técnicas como el bloqueo de facetas han resultado eficaces de forma temporal, ya que actúa sobre los mismos nervios que generan el dolor, pero con un efecto más duradero (varios meses o incluso más de un año).

4 Beneficios de la rizólisis:

Reducción significativa del dolor vertebral.

Mejora de la movilidad y calidad de vida.

Procedimiento ambulatorio y bien tolerado.

Alternativa segura a tratamientos más invasivos.

La rizólisis es una herramienta eficaz dentro del abordaje multidisciplinar del dolor crónico, especialmente cuando se busca un alivio más prolongado sin necesidad de cirugía.

¿Dónde acudir si tengo dolor crónico?

Una de las mayores dificultades para los pacientes con dolor crónico es saber a quién acudir. Muchas veces, tras consultar a diferentes especialistas sin obtener resultados, pueden sentirse desorientados o incluso desatendidos. En estos casos, es fundamental entender que el dolor crónico es una enfermedad en sí misma, y como tal, necesita un enfoque especializado.

Las Unidades del Dolor nacen precisamente para dar respuesta a esta necesidad. Reúnen a un equipo multidisciplinar con experiencia en el diagnóstico y tratamiento del dolor persistente, integrando técnicas médicas avanzadas, fisioterapia y apoyo psicológico. En la Clínica Batean, abordamos cada caso de forma individualizada, analizando no solo el origen físico del dolor, sino también su impacto emocional y social.

Acudir a una unidad especializada como la nuestra puede marcar una gran diferencia: no solo buscamos reducir la intensidad del dolor, sino recuperar tu calidad de vida y ayudarte a retomar tus actividades diarias con normalidad.

Tratamiento del dolor crónico en Bilbao

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Jose Miguel López Ramos - Doctoralia.es
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