Especialista explicando tratamiento personalizado a paciente con dolor crónico

Tipos de dolor crónico que tratamos en la Unidad del Dolor de Clínica Batean

Entender qué tipos de dolor crónico existen es fundamental para dar con el tratamiento adecuado. En Clínica Batean abordamos múltiples formas de dolor persistente:

Dolor crónico primario (sin causa orgánica)

Este tipo de dolor se considera una entidad independiente. Suele asociarse al dolor generalizado, como sucede con los pacientes de fibromialgia, y no responde a tratamientos convencionales. La guía del NICE NG193 proporciona recomendaciones específicas sobre su diagnóstico y manejo, incluyendo la necesidad de un abordaje biopsicosocial.

Dolor de espalda crónico

El dolor de espalda es una patología muy frecuente a nivel mundial, y a menudo alcanza un nivel de gravedad que la convierte en discapacidad, aunque solo se considera que se ha cronificado cuando afecta gravemente la calidad de vida, la movilidad y el bienestar emocional del paciente.

 

¿Qué causa el dolor de espalda crónico? 

Las causas pueden ser múltiples: hernias de disco, estenosis del canal medular, lesiones vertebrales, discopatías degenerativas o contracturas musculares persistentes. También puede deberse a problemas posturales o a sobrecargas mantenidas en el tiempo, especialmente entre las personas que realizan labores físicas extenuantes o que trabajan desde casa y pasan largos períodos de tiempo sentadas delante de un ordenador.

Dolor de cabeza crónico: migrañas y cefaleas tensionales

El dolor de cabeza crónico incluye tanto las migrañas de alta intensidad como las cefaleas tensionales recurrentes. Se considera que se ha vuelto crónico cuando estos episodios duran 15 días o más cada mes.

 

Tipos de cefaleas crónicas

◦ Migraña crónica: dolor pulsátil, con náuseas, fotosensibilidad y alta incapacidad.

◦ Cefalea tensional: más leve, pero constante, y suele relacionarse con periodos de estrés o con contracturas cervicales.

◦ Cefaleas secundarias: derivadas de otras enfermedades o medicamentos.

Dolor de articulaciones crónico

Este tipo de dolor se caracteriza por la aparición de rigidez, inflamación y dolor persistente en las articulaciones, y es muy frecuente en rodillas, caderas y manos. Está directamente asociado a la artrosis y otras enfermedades degenerativas articulares, y pasa a considerarse crónico cuando dura más de tres meses, limita el movimiento o interfiere en la realización de las tareas diarias más simples.

Dolor neuropático crónico

El dolor neuropático crónico es uno de los más complejos de tratar, ya que se origina en el sistema nervioso y no en los tejidos periféricos. Puede aparecer tras una lesión nerviosa o por alteraciones metabólicas y los pacientes suelen describirlo como un dolor punzante, quemante o eléctrico.

A la hora de identificarlo, lo más sencillo es buscar las características del dolor neuropático más habituales:

Presencia de parestesias (hormigueos), disestesias (sensación anormal) o alodinia (dolor ante estímulos suaves).

Dolor nocturno persistente.

Pérdida parcial de sensibilidad en la zona afectada.

 

Causas frecuentes del dolor neuropático

Lesiones medulares o nerviosas tras cirugía.

Diabetes mellitus (neuropatía diabética).

Zona afectada tras herpes zóster (neuralgia postherpética).

Síndrome de dolor regional complejo (SDRC).

Dolor postoperatorio o postraumático crónico

Algunas cirugías o traumatismos pueden dejar secuelas dolorosas que se mantienen durante meses. Esto no debe considerarse «normal» y es importante que sea evaluado por especialistas. 

Es más frecuente que el dolor se cronifique en pacientes que se han sometido a cirugías de espalda, rodilla, tórax o abdomen, y cirugías mamarias o de hernia inguinal.

Dolor pélvico crónico

El dolor pélvico puede ser un síntoma de problemas ginecológicos, urológicos, musculares o incluso emocionales. Como ocurre con el resto de dolores, se considera crónico cuando persiste más de tres meses sin que haya una causa orgánica clara, y puede coexistir con patologías de disfunción del suelo pélvico (endometriosis o dismenorrea, síndrome miofascial pélvico, cistitis intersticial).

Dolor visceral y dolor oncológico crónico

Es un tipo de dolor derivado de órganos internos y puede ser somático (afecta a músculos, huesos o piel), visceral (que se origina en órganos internos) o neuropático (derivado de daño nervioso por compresión tumoral o tratamientos).

El dolor oncológico es una realidad frecuente en personas con cáncer, tanto durante el tratamiento como en etapas posteriores. Puede estar causado por el propio tumor, pero también por metástasis óseas o por los efectos secundarios de la cirugía, la quimioterapia o la radioterapia.

Los pacientes con cáncer suelen tener un dolor crónico permanente y con una elevada intensidad a lo largo del día, que en determinadas circunstancias se eleva o se exacerba, y es entonces cuando hablamos de dolor crónico que se reagudiza.

Preguntas frecuentes

¿El dolor crónico es para siempre?

Por definición médica, el dolor crónico es aquel que se mantiene durante más de tres meses y, en muchos casos, no desaparece completamente. Sin embargo, esto no significa que una persona con dolor crónico esté condenada a sufrir para siempre. 

En la mayoría de los pacientes, sí es posible reducir significativamente la intensidad del dolor y mejorar su calidad de vida. En Clínica Batean, nuestro enfoque se basa precisamente en eso: ayudar a cada paciente a recuperar funcionalidad, autonomía y bienestar, incluso si la eliminación completa del dolor no es posible.

Muchas veces, el dolor crónico persiste porque su origen es complejo o multifactorial: un mal diagnóstico inicial, múltiples fuentes de dolor superpuestas (como ocurre en la lumbalgia crónica) o incluso una alteración en la forma en que el sistema nervioso procesa la señal dolorosa. Aun así, con un abordaje integral y tratamientos adecuados, los pacientes pueden volver a llevar una vida normalizada y digna.

En resumen: el dolor crónico puede no desaparecer del todo, pero sí se puede controlar, reducir y convivir con él de forma saludable. Lo importante es no resignarse, sino buscar ayuda especializada y personalizada.

¿Cuándo se considera dolor crónico?

Generalmente se utiliza una ventana de tiempo de tres meses. Cuando el dolor persiste durante semanas o meses, no responde bien a los analgésicos convencionales o interfiere con el descanso y la calidad de vida, es necesario abordarlo desde una perspectiva especializada.

¿Necesito fisioterapia para tratar el dolor crónico?

La fisioterapia es una herramienta fundamental en el tratamiento del dolor crónico, aunque su indicación depende del tipo de patología. No todos los cuadros requieren intervención fisioterápica, pero en muchos casos —como en la artrosis lumbar o el síndrome miofascial— su papel es clave para optimizar los resultados de los tratamientos médicos.

En la Unidad del Dolor de Clínica Batean, solemos combinar intervenciones como las infiltraciones articulares (por ejemplo, el bloqueo de facetas) con fisioterapia especializada, ya que está demostrado que esta sinergia mejora significativamente la evolución del paciente.

Las vías clínicas actuales respaldan este enfoque: la fisioterapia adecuada puede reducir la rigidez, mejorar la movilidad, corregir desequilibrios posturales y potenciar la musculatura de sostén, elementos clave para mantener los beneficios de los tratamientos intervencionistas y evitar recaídas.

En resumen: sí, la fisioterapia puede ser esencial para tratar el dolor crónico, especialmente cuando forma parte de un abordaje multidisciplinar bien coordinado.

¿Qué es la rizólisis?

La rizólisis es una técnica mínimamente invasiva utilizada para el tratamiento del dolor crónico vertebral, especialmente en casos de artrosis facetaria o síndrome facetario. Consiste en la aplicación de radiofrecuencia térmica sobre los nervios sensitivos encargados de transmitir el dolor desde las articulaciones vertebrales hacia el sistema nervioso central.

Durante el procedimiento, se introduce una aguja especial de radiofrecuencia hasta la zona cercana al nervio objetivo. Mediante control por imagen (habitualmente fluoroscopia), se posiciona de forma precisa y se expone al nervio a temperaturas entre 80 y 90°C durante aproximadamente un minuto y medio. Esta energía térmica no destruye completamente el nervio, pero modifica su capacidad de transmitir señales de dolor, un fenómeno conocido como neuromodulación.

La finalidad de la rizólisis no es eliminar la causa del dolor, sino romper el círculo vicioso del dolor crónico, modulando los mecanismos neurofisiológicos alterados que perpetúan la sensación dolorosa. Este tratamiento suele indicarse cuando otras técnicas como el bloqueo de facetas han resultado eficaces de forma temporal, ya que actúa sobre los mismos nervios que generan el dolor, pero con un efecto más duradero (varios meses o incluso más de un año).

4 Beneficios de la rizólisis:

Reducción significativa del dolor vertebral.

Mejora de la movilidad y calidad de vida.

Procedimiento ambulatorio y bien tolerado.

Alternativa segura a tratamientos más invasivos.

La rizólisis es una herramienta eficaz dentro del abordaje multidisciplinar del dolor crónico, especialmente cuando se busca un alivio más prolongado sin necesidad de cirugía.

¿Dónde acudir si tengo dolor crónico?

Una de las mayores dificultades para los pacientes con dolor crónico es saber a quién acudir. Muchas veces, tras consultar a diferentes especialistas sin obtener resultados, pueden sentirse desorientados o incluso desatendidos. En estos casos, es fundamental entender que el dolor crónico es una enfermedad en sí misma, y como tal, necesita un enfoque especializado.

Las Unidades del Dolor nacen precisamente para dar respuesta a esta necesidad. Reúnen a un equipo multidisciplinar con experiencia en el diagnóstico y tratamiento del dolor persistente, integrando técnicas médicas avanzadas, fisioterapia y apoyo psicológico. En la Clínica Batean, abordamos cada caso de forma individualizada, analizando no solo el origen físico del dolor, sino también su impacto emocional y social.

Acudir a una unidad especializada como la nuestra puede marcar una gran diferencia: no solo buscamos reducir la intensidad del dolor, sino recuperar tu calidad de vida y ayudarte a retomar tus actividades diarias con normalidad.

Tratamiento del dolor crónico en Bilbao

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Jose Miguel López Ramos - Doctoralia.es
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